La familia es la base fundamental del niño, sin el apoyo de ellos,
el trabajo que hagamos dentro de la escuela no dará los mejores resultados.
Considero que existen ciertos pasos que frecuentemente suceden:
· Los padres
observan que su hijo o hija tiene determinadas dificultades, sea a nivel
académico, comportamental, social que empiezan a prolongarse en el tiempo a pesar de que
como padres han utilizado sus propios recursos para solventar este tipo de
dificultades.
· Los padres
preguntan sobre el proceso de sus hijos a los profesores ó los profesores ya
envían información a los padres, comentando las dificultades que encuentran en
el niño.
· El psicólogo
educativo realiza una reunión con los padres, describiendo la situación actual
del niño y considero que antes de enviar al especialista, se inicia un proceso
de observación más cercano al niño/a. Considero que
se pueden utilizar inventarios como el Conners, para poder ser más objetivos en
el proceso.
· Pasado el
periodo de observación se determina si se lo debe remitir a un especialista.
· Tras la
evaluación, considero que se deben mantener reunión con el especialista, y
después, entre escuela, centro, familia.
· Implementar
las estrategias enviadas por el centro dentro del aula.
· Para manejo
comportamental, utilizar el mismo sistema en casa y escuela.
· Mantenerse
informados vía agenda, o vìa mail. Además de mantener al menos una reunión cada
mes para ver alcances y limitaciones.
· Considero que
se debe capacitar al personal docente y promover la autocapacitación, para
manejar de la manera más acertada no sólo a los niños con TDA sino a todo el
grupo.
· Realizar un
taller, no sólo para los padres con un hijo diagnosticado con TDAH sino para
todos los padres del aula, con el fin de realizar un proceso de Psicoeducación
del TDA, con el objetivo de sensibilizar sobre el tema.
· Finalmente,
dependiendo de la apertura de los padres, se puede armar un círculo de padres
con hijos/as diagnosticados con TDA, promover que se conozcan y comportan
experiencias, esto lo puede facilitar y promover la escuela. En las
experiencias de cada uno se puede encontrar enriquecedoras experiencias, además
que logran identificar sus problemas con los de la otra familia y se genera la
posibilidad de reflejarse en otros/as. Finalmente, ellos pueden funcionar como
capacitadores acerca del tema, y realizar talleres de sensibilización con el
resto de la comunidad de padres.
Encontré estas sugerencias, que me parecen óptimas para exponerlas
en un taller en cuanto como apoyarlos en el estudio.
El apoyo en el estudio no será una tarea sencilla al
principio, pero con el paso del tiempo se notarán las mejoras: como todo en
esta vida, el proceso de estudio lleva su tiempo, y a mayor edad, es más
complicado ir ajustándolo, sobre todo lo que corresponde a la rutina de
estudio. Si decidimos sentarnos a ayudar a estudiar a nuestros hijos debemos
ser constantes, sentarnos con él durante un tiempo fijo y cumplirlo siempre,
teniendo en cuenta que poco a poco debe ser él solo quien se
encargue de manera autónoma de su estudio.
Es necesario ser constante en el trabajo que vamos a
realizar con nuestros hijos: Otro problema que surge es la
constancia, los padres no toleran los fracasos, al primero que surge o incluso
ante alguna dificultad (falta de concentración, distracción constante, etc.) el
primer gesto es levantarse y marcharse. Si un padre está decidido a enseñar a
estudiar a su hijo, debe hacer el esfuerzo de enfrentarse a toda situación
posible y muchas serán situaciones negativas y frustrantes.
Tiene que haber una toma de decisión conjunta entre los
padres: Los padres deben pensar, sobre todo cuando el niño es pequeño (5-10
años) que el estudio no es algo que les motive, y menos una actividad donde hay
que estar sentados y cuyo trastorno les influye en dicho sentido. Por ello los
menores aprovechan cualquier fallo de los padres, sobre todo en las decisiones,
para poder "escaquearse" del estudio. En este sentido, debe haber
congruencia entre ambos, incluso aunque sea equivocado, pero eso lo discutirán
ambos cuando estén solos, nunca delante del menor.
Hay que reforzar el esfuerzo, no sólo los objetivos: Reforzar es
muy importante, sobre todo en niños y adolescentes con TDA-H, haciendo hincapié
en los comportamientos relacionados con la tranquilidad ante el estudio, o la
constancia en el estudio, esto ayudará a que vuelvan a repetir la conducta.
Como es obvio, también los resultados, pero deben recordar que muchas veces la
recompensa desplazada en el tiempo puede perder valor en estos menores, que son
impulsivos, y es preferible pequeñas recompensas más inmediatas, así nos
centraremos más en los esfuerzos que en los logros.
No desacreditar la opinión de los profesionales, sobre
todo delante de los menores: No podemos desacreditar a un profesor
o a un profesional, en ocasiones ocurre esto porque no nos gusta la respuesta o
la solución que nos dan. Sin duda no significa que el profesional siempre tiene
razón, en absoluto, somos humanos y erramos; pero el papel del padre es pedir
información y aclaración, y sobre todo reflexionar sobre las opiniones y
consejos de los profesionales. La idea es llegar todos juntos a que los menores
tengan éxito en sus estudios, no es una cuestión de quien tiene más o menos
razón. Hay que recordar que al desacreditar a un profesional ante un menor, ese
profesional está perdiendo su figura de autoridad y en ocasiones el trabajo
conseguido.
Tener en cuenta que para que exista un apoyo al estudio
tiene que haber también un compromiso por parte de los padres: El compromiso
va muy relacionado con la constancia, debemos ser conscientes de que los niños
pasan la mayor parte del tiempo con los padres, sobre todo en la parte donde
estudian solos. Por eso es importante que los padres hagan caso a las pautas
indicadas por el profesor, principalmente en los hábitos de estudio, para que
el menor pueda mejorar. Este es el compromiso que puede ayudar al profesional a
avanzar su trabajo.
Ser estructurados, objetivos y constantes, y fomentar
el trabajo conjunto con un profesional/profesor: Se deben
seguir unos pasos estructurados a la hora de estudiar, ser claro con los
menores sobre qué objetivos conseguir a corto y a largo plazo.
No siempre es importante el nivel de conocimiento de
los padres: Aunque los padres no conozcan la asignatura en cuestión
a la que sus hijos deben enfrentarse, no tiene por qué ser un motivo para
rendirse. Con los niños pequeños (5-12 años) las materias siguen una evolución
y están muy bien explicadas en los libros, por lo que el trabajo del padre no
es tanto de explicar o aclarar las dudas, sino de apoyar la interiorización de
conceptos. Con chavales mayores (13-16 años) hay conceptos o materias más
complejas que tal vez un padre no pueda explicar y tenga que recurrir a un
profesor pero puede
hacer un apoyo y sobre todo enseñar al estudio.
Técnicas de Estudio: Los estudiantes, además de
conceptos y valores, deben adquirir las estrategias necesarias para hacer
frente a los distintos tipos de conocimiento. El fracaso en el estudio, en gran
parte, es debido a que la persona no sabe estudiar o no le han enseñado. La
formación de la persona sólo se consigue si los contenidos, la
información y, en general, el aprendizaje se asimilan y se hacen propios. Ello
será posible si el estudio se convierte en una tarea personal y se emplean unas
técnicas adecuadas. Al igual que otro tipo de trabajos, la tarea de estudiar,
cuanto mejor organizada esté, menos esfuerzo exige y mayor rendimiento se
obtiene. Estudiar requiere, por tanto, unas técnicas y unos hábitos que hay que
aprender y que debemos enseñarles. Para ello:
- Analizaremos los hábitos y ambiente de estudio en casa (lugar,
tiempo y modo de estudio). Analizando las rutinas de estudio y estableciendo un
lugar que, a ser posible, sea siempre el mismo y el más tranquilo de la casa.
- Tendremos en cuenta la
organización y la planificación personal, partiendo de las necesidades de cada
uno, manteniendo un equilibrio entre las horas de estudio y descanso.
- Les motivaremos en el estudio, valorando, animando y reforzando
cada pequeño paso.
- Les orientaremos para el manejo de las técnicas de estudio,
reflexionando sobre las ventajas de utilizar un método útil y eficaz que les
ayude a rentabilizar el tiempo y a ahorrar energía.
- Les dotaremos de una metodología para la comprensión lectora:
EPLER (Examina, Pregunta, Lee, Esquematiza, Resume, Repasa).
BIBLIOGRAFÍA
Tovar Bordón, R. "Técnicas de estudio para TDAH-guía para
padres y educadores".
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